miércoles, 8 de abril de 2020

Entrevista Nª 50 a la poeta Karina Andrea Büttner

1. ¿Cómo se presentó la poesía en tu vida?
Tenía 11 años, allá por el año 1998, cuando fuimos con mi familia al cine. Vimos la película Titanic.
A mi hermana menor y a mí nunca nos dejaban ver películas “de grandes”, esta fue una excepción.
Salí del cine, muy emocionada, se me caían las lágrimas, y pasó algo que no puedo explicar…
tenía la necesidad de escribir. Quería escribir… y las palabras brotaban hacia mi desesperadas por
ser plasmadas en una hoja. Llegamos a casa y escribí mi primer poema llamado “Titanic” en un
cuaderno Rivadavia que tenía en casa. Lo memoricé, me enamoré de ese poema. No entendía
mucho el porqué, pero me encantaba eso que me estaba pasando.

2. ¿Cuándo decidiste dedicarte a escribir?
Al año siguiente de mi primer poema, en 1999, me cambié de colegio y empecé mi 7mo grado.
Entonces, tuve la suerte de tener una maravillosa profesora en el secundario de literatura llamada
Paula Bonino. Ella nos hacía escribir poesía en sus clases y nos estimulaba mucho. Un día decidió
mandar un poema mío que le había gustado a una radio. Recuerdo con mucha emoción, prender la
radio del auto de mi viejo, y escuchar como recitaban mi poema. No sé en qué momento decidí
empezar a escribir, pero desdé ese momento nunca paré de hacerlo.

3. ¿Crees que la poesía es sanadora?
Totalmente. Creo que el arte es sanador en todas sus formas, tanto para el que lo ejecuta como
para el que lo disfruta al leerlo, escucharlo, verlo, etc. Y que es mucho más que una “catarsis” o
que un “vomitar de ideas”. Creo que es una transformación, que es la oportunidad de ficcionarnos y
de ficcionar todo lo que nos rodea. Una oportunidad de crear, y sobre todo una profunda búsqueda
de la belleza. La oportunidad de ser otros, de ser lo que queramos ser… y más aún… de compartir
todo esto con la otredad.

4. ¿Con qué propósito escribís?
Es una gran pregunta, y muy difícil de contestar. En principio, y siendo honesta, escribo para ser
yo. No me imagino una Karina que no escriba, no me imagino una vida sin poesía. Como defecto
de este impulso, también, la mayoría de las cosas que escribo quedan en mis cajones. Muchas
veces me cuestioné ponerme más firme, publicar, compartir…. Hay gente a la que todo esto le sale
muy naturalmente. No es mi caso. Seguiré con estas preguntas dando vueltas en mi cabeza,
mientras tanto, por supuesto, seguiré escribiendo.

5. ¿Qué deseas comunicar a través de tu escritura?
Todo, y a la vez nada. Creo que cada poema que escribimos es una impresión. Una impresión del
mundo en el que vivimos, a través de los ojos que nos tocó verlo. A mi parecer, es imposible
independizarnos de todo esto al momento de escribir, por más abstractos que seamos. Al menos
en mi caso, muchas veces me encuentro en trenes o colectivos, escribiendo sobre las injusticias
que nos acosan en las calles, así como también otras veces simplemente algún disparador me
llevó a viajar a una utopía. En el papel, se impregna todo.

6. ¿Qué es la poesía para ti en tu vida y qué es lo más loco que hiciste por ella?
La poesía es algo tan intrínseco en mi vida que es muy difícil de disociar y analizar de manera
aislada. Atraviesa todas las cosas que hago, mis pensamientos, mis búsquedas, y hasta el simple
caminar por la calle y encontrar belleza en algo.
Creo que lo más loco que hice fue entregarme a ella en las situaciones más extremas. Por dar un
ejemplo, recuerdo estar viajando de mochilera, en un viaje largo de varios meses, y en un
momento perder un poco el sentido de todo. A todos nos pasa, ¿no? Me encontraba en Venezuela
en la gran Sabana, el Paují, una noche llena de estrellas que no podía dormir. Allá por el 2009,
recuerdo cruzar un bosque, subir a un monte sola en medio de la noche y sentarme a escribir en el
punto más alto que encontré. Escribí toda la noche. Fue una de las noches más hermosas de mi
vida.

7.¿Crees que eres un ser elegido por contar con este don o talento?
No. Pienso que el arte en todas sus distintas formas es algo que nos atraviesa a todxs de distintas
maneras, pero nos atraviesa a todxs. No creo que haya más don o talento en quien escribe un
poema, con respecto, por ejemplo, a quien lo lee y se emociona. Permitirse sentir, expresar y crear,
también es un ejercicio.

8. ¿Qué otras áreas artísticas complementan tu poesía y por qué las eliges?
La música es algo que llegó a mi vida desde pequeña también. Mi abuela era pianista, y desde
chica, amaba sentarme en el piano con mi abuelo, que no era pianista, pero me dejaba jugar con el
instrumento. A los 8 años tuve la suerte de que me compraran un piano, nunca más me separé de
él. Desde hace unos años toco en un trío llamado Quimeras, junto con Mercedes Abbate (cello) y
Brenda Abbate (violín).
Curiosamente, hace un par de años ambos mundos se juntaron. Conocimos a un poeta, Grau
Hertt, que trabaja en la editorial Nulú Bonsai, y nos hizo partícipes de un proyecto de lectura y
música en vivo. En este proyecto la música no solo acompañaba a la poesía, sino que además que
componía en función de esta. Fue una experiencia maravillosa desde lo musical y lo poético que
además nos abrió un montón de puertas en el mundo de la música, la poesía, el teatro, y
muchísimas cosas más. Siempre que pueda voy a agradecer estas oportunidades con las que nos
cruzamos.

9. ¿Eres un instrumento de la poesía y escribes en cualquier momento o cuando tienes tiempo para
ella?

Creo que ambas nos buscamos, y depende de quién encuentre primero a quien. Me pasan las dos
cosas. A veces, simplemente voy caminando por la calle y de repente una necesidad me habita,
como un fuego, de escribir. En general, el movimiento me despierta pensamientos. Por otro lado,
hace seis años participo en un hermoso taller de poesía (sábado por medio) dirigido por la poeta
Valeria Nusbaum, donde nos juntamos a escribir, leer, compartir lo que escribimos las últimas
semanas. Es un espacio muy lindo y productivo de poesía y amistad. A veces la poesía me
intercepta, y otras yo a ella.

10. ¿Cómo definirías a tu poesía?
Situacionista e impresionista. Se dispara desde una reflexión o un pensamiento en una búsqueda.
A veces un grito a la sociedad, otras un abrazo a la naturaleza. Entre la magia y la ciencia. Entre lo
real y lo distópico.


Biografía:
Mi nombre es Karina Andrea Büttner, nací en Buenos Aires, Argentina, el 28 de diciembre de 1986.
Viví toda mi vida en San Fernando, Provincia de Buenos Aires. Tengo tres pasiones: La ciencia, la
música y la poesía. En cuanto a la ciencia, estudié Bioquímica en la U.B.A., y estoy realizando mi
Doctorado en la Facultad de Farmacia y Bioquímica dentro del Hospital de Clínicas. Además,
realizo tareas de docencia y de extensión universitaria en Salud Sexual y Reproductiva. En cuanto
a la música, estudié piano en el conservatorio Santa Cecilia durante mi infancia y desde el 2015
soy discípula del maestro Marcelo Katz. Desde ese mismo año formo parte de un trío llamado
Quimeras (Piano, cello y violín) con el cual tocamos estándares de jazz, músicas nuestras y
composiciones de nuestro maestro. Además, tocamos acompañando lecturas de poesía y obras de
teatro. En cuanto a la poesía, escribo y asisto a talleres desde 1998. Participo anualmente en
lecturas en el ciclo de poesía “Ruido de palabras” de Gerardo de Brasi en Zona Norte, así como en
otros ciclos de lectura en CABA. Mi poema “Afiches” fue seleccionado y publicado por la Ed.
Dunken para la Antología “Al ras del trino” (2013). En el 2014 recibí segundo premio y mención
especial en las categorías cuento y poesía en el concurso literario para adultos de la municipalidad
de San Fernando. En 2016, participé en un Fanzine de emergencia (con motivo de la lucha
feminista) publicado por el Colectivo de artistas autoconvocadas. Además, participé en la revisión
del libro de poesía, pintura y fotografía “Danza”, autores Nahuel Souto Martinez y Raisa Christina,
Editorial Nadifúndio (Brasil 2018).

Contacto:
Karina.buttner@gmail.com
Instagram personal: @karinabuttner
Instagram trio: @quimerasmusica