viernes, 13 de diciembre de 2019

Entrevista N° 44 al poeta Javier Romero

1. ¿Cómo se presentó la poesía en tu vida?
No tengo registro de ese momento, pero sí de cuando mi madre me leía poesías infantiles; y estaban los longplays de María Elena Walsh con sus canciones, repetidas incansablemente, que además cantábamos a grito pelado y bailábamos. La poesía era alegría, música, movimiento, belleza, humor, disfrute... La poesía era una fiesta. Es juego: de rimas, de polisemia, de recursos estilísticos, de adivinanzas, de trabalenguas...

Y yo quedé ahí, atrapado, para nunca querer salir.

Luego vino la poesía dada por los cánones escolares, donde no entraba ninguna revolución ni protesta. Estaban Rubén Darío, Juan Ramón Giménez, Bécquer, Neruda, Storni, Ibarbourou. Y en la educación religiosa la poesía apareció en forma de oraciones que en su repetición incansable de memoria perdían el sentido, pero no perdían las intencionalidades propias de toda religión, como la sumisión. Todo texto tiene una función política. Y la poesía es una herramienta política para construir o un arma para luchar.

2. ¿Cuándo decidiste dedicarte a escribir?
No me dedico a escribir. La escritura es parte de mi vida. Es como preguntar: ¿Cuándo decidiste dedicarte a respirar? O ¿Cuándo te dedicaste a escuchar música? La poesía es inherente a la vida humana. Está en todos lados: en las canciones, en las publicidades, en los juegos infantiles como los trabalenguas, en los slogans políticos. Está en toda palabra que logra musicalidad y está cargada de subjetividad.

3. ¿Crees que la poesía es sanadora?
Todo arte es sanador, aunque no sea su función principal. La función principal del arte es sensibilizarnos para desarrollarnos como seres humanos y para construirnos como sociedad. Sin arte el mundo se cae a pedazos. Y sin libertad no hay arte. Arte, amor y democracia son el triángulo más humano que hacen que la vida valga la pena. Las grandes civilizaciones trascendieron por su desarrollo artístico, cultural, científico.

4. ¿Con qué propósito escribís?
El propósito es circunstancial. Uno escribe lo que piensa, lo que siente. Quizás la poesía tiene su ética: a favor de la belleza, del amor, de la vida, de los sentimientos. Quizás uno de mis propósitos sea concientizar a través de la sensibilidad de las palabras. Llevar una luz a los que viven en la caverna de Platón. Pero el arte no es una verdad absoluta. Ni siquiera una verdad. El arte es ficción siempre, aunque esté basada en hechos reales.

Como cualquier escritor, como pasa con cualquier artista, uno deja de ser el dueño de la obra y de lo que produce en los receptores: más preguntas. Sí los interpela y los activa dialógicamente.

5. ¿Qué deseas comunicar a través de tu escritura?
Que hay seres (humanos, animales, vegetales) o cosas inanimadas que expresan y uno las lee, escucha, interpreta, significa y reproduce eso que dicen los que no tienen voz, con mi subjetividad actuando como amplificadora y haciendo foco en la deconstrucción para provocar, debatir, interpelar, criticar, construir, descentralizar, tener otra mirada, otro enfoque, para crecer con la diversidad de colectivos. Para comunicar con la escritura uno tiene que tener una conexión empática con el universo.

6. ¿Qué es la poesía para ti en tu vida y qué es lo más loco que hiciste por ella?
La poesía es vida. Todos tenemos la poesía en nuestra vida cotidiana, aunque sea en una canción melódica o en un reguetón, de las peores poesías...

Lo más loco que hice por la poesía fue escribir en una piel femenina. Fue demasiado difícil porque la intensidad de los sentimientos fue volcánica, más allá del amor, y el soporte del texto, además, se le sumó la textura con sus propias formas y circunvalaciones, una armonía, sus "dibujos", sus recovecos, sus pliegues, su longitud, sus vibraciones... Fue poesía visual efímera, pero inolvidable para la memoria emotiva, lo que convierte al hecho artístico en único e invaluable, llena de valores sentimentales intransferibles.

7. ¿Crees que eres un ser elegido por contar con este don o talento?
No creo en los seres elegidos, ni en los dones ni en los talentos. Muchos con talento han quedado en el camino por un contexto que no ayuda, cuando otros sin talento pero con estudio y trabajo, favorecidos por otro contexto, son tenidos como grandes artistas, porque tuvieron la posibilidad de apropiarse de los talentosos que la lucharon. Dicen por ahí, parafraseando, que: la poesía es el resultado de un 1% de inspiración y el 99% de transpiración. Escribir poesía es como sacar la Venus de Milo de una roca de mármol: el diccionario es la roca, la pluma es el cincel y en la mente del artista y en su sensibilidad está la forma.

8. ¿Qué otras áreas artísticas complementan tu poesía y por qué las eliges?
Obviamente la música (la poesía tiene musicalidad), la pintura, la escultura, la arquitectura. Pero más que nada el arte de nacer, el arte de vivir, el arte de amar, de resistir y de luchar; y hasta el arte de morir la complementan.

9. ¿Eres un instrumento de la poesía y escribes en cualquier momento o cuando tienes tiempo para ella?
Soy impulsivo para escribir poesía en interacción con la vida, con empatía por las luchas de otros, acompañando las ideas transgresoras, preocupado porque no estoy en ninguna vanguardia y los jóvenes nos atropellan (en buena hora y bienvenidos). La poesía no es un trabajo: nace en cualquier momento y en cualquier lugar. He dejado de trabajar por seguir el dictado de una inspiración.

10. ¿Cómo definirías a tu poesía?
Anticanónica, a contracorriente, humana, antipoderes, antiimperialista, irónica, sarcástica, lúdica, una humorada catárquica, vengativa.


Biografía: 
Javier Romero, soy docente de Lengua y Literatura en escuelas de La Matanza, desde el año 2006. Escribo desde siempre y leo desde antes. Siempre quise ser docente de varias materias, pero sobre todo de Lengua y Literatura. Amo el pensamiento, el saber por el saber mismo y el arte en todas sus facetas, sobre todo la que busca cambiar el mundo y contra el status quo.




1 comentario:

  1. "La poesía era alegría, música, movimiento, belleza, humor, disfrute... La poesía era una fiesta."
    De sus primeros contactos con la poesia. Lo mio fue parecido en mi trabajo como docente con los niños.

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