jueves, 19 de diciembre de 2019

Entrevista N° 45 al poeta Matías Bonfiglio

1. ¿Cómo se presentó la poesía en tu vida?
Primero que nada como lector.

2. ¿Cuándo decidiste dedicarte a escribir?
A partir de que empecé a asistir al taller de escritura creativa “Perdón por la poesía”, que dirige Mariela Palermo en el CC Integrarte, de Pilar. Hasta entonces solamente había escrito un puñado de letras, de canciones, pero no poesía.

3. ¿Crees que la poesía es sanadora?
Creo que la poesía, como todo arte, es un alimento para el espíritu. Nos hace bien. Y que somos, en definitiva, materia y energía viva que nos viene de nuestro alimento. Si la poesía que nos llega es profunda, nuestro espíritu brota fuerte, aflora. En ese sentido sí, la poesía es sanadora. También lo es para el que escribe: se vive como una satisfacción de producir una obra que refleja sentimientos y pensamientos profundos, sean tristes, felices o lo que sea, pero siempre genuinos.

4. ¿Con qué propósito escribís?
En un poema que tengo, dije que tenemos que escribir como un gesto inútil, pero indispensable. Escribir no responde a ninguna necesidad. Escapa a la lógica capitalista de producción para agregar valor y contribuir a la economía. Pero es indispensable, no podemos dejar de escribir. Si pudiéramos, no deberíamos seguir haciéndolo: ya no sería literatura sino artificio vacío.

5. ¿Qué deseas comunicar a través de tu escritura?
Un poco como decía más arriba: sentimientos y pensamientos humanos. Si son profundos y genuinos, y están bien escritos en cuanto al oficio de escribir, entonces el texto es bueno.

6. ¿Qué es la poesía para ti en tu vida y qué es lo más loco que hiciste por ella?
Escribo hace muy poco, apenas dos años, y escribir ya es muy importante para mí, es hacer arte, que siempre es un placer y una necesidad espiritual. Y lo más loco que hice por ella, no es tan loco capaz, ¿escribir en horario laboral? Jajaja.

7. ¿Crees que eres un ser elegido por contar con este don o talento?
¡Para nada! ¡Qué locura! La idea de “elegido” me causa rechazo. Nadie es el “elegido” ni tiene un “don divino” ni nada de eso. Todo el mundo tiene más o menos talento con tal o cual cosa, pero eso es apenas una pequeña parte de lo necesario para hacer algo que valga la pena. El ejercitar, trabajar, esforzarse es indispensable. Picasso hizo 45 bocetos del Guernica antes de llegar al definitivo, y a Picasso no le faltaba talento, precisamente. Ser trabajador, exhaustivo y detallista es indispensable y creo que es incluso más importante que tener talento.

8. ¿Qué otras áreas artísticas complementan tu poesía y por qué las eliges?
Bueno, soy músico desde muy chico, empecé a estudiar a los 7 años y toco desde ese entonces. Además soy arquitecto, aunque ahora no hago arquitectura específicamente. Y por último, hago algunas ilustraciones, como las que aporté en la Antología “Perdón por la poesía” que editamos en 2018, desde nuestro taller literario. ¿Por qué las elijo? No sé muy bien, pero son artes que me interesan mucho y que me siento muy bien haciendo. Las otras artes también me interesan, pero como espectador, nada más.

9. ¿Eres un instrumento de la poesía y escribes en cualquier momento o cuando tienes tiempo para ella?
La inspiración es un instante y se anota en cualquier momento, en el celular, en un cuaderno, lo que sea. La transpiración son horas por semana y se hacen espacio entre obligaciones y tiempos disponibles, para ganar la espesura necesaria.

10 ¿Cómo definirías a tu poesía?
De a poco voy encontrando una poesía más personal. Hace apenas dos años que escribo y eso es algo que lleva tiempo. Creo que tiene mucho de surrealismo, con esa búsqueda de lo visceral, lo profundo de lo inconsciente, para no quedarse en lo superfluo. Y a pesar de que uso algunas palabras con belleza en sí (“términos nobles”), a la vez uso formas del habla común: hablo de “vos”, nunca de “ti”; uso palabras del lunfardo de hoy, y no términos tangueros en desuso. Las palabras de la oralidad nos llegan más hondo que las palabras de los libros o del pasado.

Biografía:
Me llamo Matías Bonfiglio, nací en Lanús, Buenos Aires en 1978 y vivo en Pilar desde 2012.
Soy arquitecto, músico y desde 2017 escribo. Participé en la Antología "Perdón por la poesía" (El Bodegón, 2018) donde aporté poemas, narraciones e ilustraciones. 
Además mis textos fueron seleccionados por Ed. Dunken para la Antología "Pueblos y Caminos" (2019) y por la Ed. Equinoxio para sus Antologías internacionales de poesía "Tierras poéticas" (2019) y de microrrelatos “Brevísimos”(2019).
Este mismo año, mi poema “Último vestigio azul” fue premiado en el Primer Concurso Literario Nacional del CC Integrarte. 
Planeo editar mi primer libro de textos, enteramente propios, en 2020.

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