Es curioso, porque es el género que menos me interesaba antes y el que más amo actualmente. Cuando comencé con el colectivo Autores de La Matanza, pedían que en los encuentros leyéramos textos cortos, y los míos en ese momento eran relatos extensos. Fue entonces que decidí incursionar en la lírica, y hasta compré varios poemarios que devoré en un abrir y cerrar de ojos. Me di cuenta de que en la poesía había un “no se qué” que en ningún otro género se encontraba. Y sin más tardanza, me aboqué a ella. La poesía se convirtió en mi bandera (y nunca dejó de flamear).
2. ¿Cuándo decidiste dedicarte a escribir?
Publiqué mis primeros libros como una simple afición (de hecho, en ningún lugar figuran sus nombres). Pero llegó el día en que me di cuenta de que tenía una verdadera historia que contar, un mensaje que transmitir, y fue en ese momento cuando elegí llamarme Julián Kronn (no Julián Díaz, como firmaba en los anteriores). Fue un gran cambio de perspectiva: descubrí la escritura como una profesión emocional.
3. ¿Crees que la poesía es sanadora?
Sin duda. No por nada mi primera obra oficial se titula ELLO: Escritura Libre, Lunática y Ortopédica. Esa obra fue mi ortopedia, me ayudó a sanar una herida que llevaba abierta desde los cinco años.
4. ¿Con qué propósito escribís?
Escribo para terminar con los prejuicios de la sociedad —difícil tarea, aunque no imposible—. Centro mi literatura en la Educación Sexual Integral, abordando diversos temas para que se extingan los tabúes.
5. ¿Qué deseas comunicar a través de tu escritura?
Deseo comunicar la aceptación de lo disímil. Que el mundo entienda que lo diferente no es una amenaza, sino un complemento esencial para una buena convivencia.
6. ¿Qué es la poesía para ti en tu vida y qué es lo más loco que hiciste por ella?
La poesía es muchas cosas en mi vida; entre ellas, mi profesión, mi cable a tierra, mi alegría, mi introspección, mi pasatiempo preferido.
Lo más loco que hice por ella fueron las presentaciones temáticas de cada uno de mis libros: di gran relevancia a la palabra poética y con ella armé performances donde incluso interactué con el público. Aproveché cada una de esas presentaciones para transmitir un mensaje particular, como, por ejemplo, en ELLO, donde hice de público conocimiento un abuso sexual infantil.
7. ¿Crees que eres un ser elegido por contar con este don o talento?
Sinceramente, no lo considero un talento, sí una facilidad —no obstante, me encanta desafiarme—. Soy amigo de las letras y laburo con ellas día tras día. Me considero un artesano de las palabras, les busco la vuelta hasta que el mensaje queda tal cual quiero transmitirlo. Más que un don es un placentero trabajo.
8. ¿Qué otras áreas artísticas complementan tu poesía y por qué las eliges?
La pintura, el dibujo, la música y el teatro. Tanto es así que busco incluirlas en mis libros: todas mis obras tienen algo de todo eso. Las elijo porque alimentan mi sensibilidad artística, me instruyen intelectual y emocionalmente.
9. ¿Eres un instrumento de la poesía y escribes en cualquier momento o cuando tienes tiempo para ella?
La poesía me encuentra, jamás la busco. Me sorprende cuando menos lo espero y, si pretendo forzarla, desiste en darse a conocer. Aparece espontáneamente y es ahí cuando aprovecho para trabajarla con todos los recursos que conozco.
10. ¿Cómo definirías a tu poesía?
Un poema de mi último libro —El reverso de los monstruos— lo define con claridad: “Mi decir es un quiebre. Y nadie que se quiebra vuelve a ser el mismo”. Mi poesía busca incomodar, sacarte de tu zona de confort, llevarte a cuestionar la realidad. En pocas palabras, es el dedo en la llaga.
Biografía:
Julián Iván Díaz, más bien conocido como Julián Kronn, nací en Gregorio de Laferrere y soy profesor de Lengua y Literatura para la Educación Secundaria. Además, trabajo como corrector, antologista y co-director en la editorial TAHIEL ediciones. A la fecha, llevo publicados cuatro libros de mi autoría: “ELLO: Escritura Libre Lunática y Ortopédica”, “Huellas en el pavimento”, “Arder desde el origen” y “El reverso de los monstruos”.
Participé en más de treinta antologías nacionales e internacionales.
Mi literatura pone el foco, en la aceptación y el respeto, por las disidencias sexuales y de género.
Publiqué mis primeros libros como una simple afición (de hecho, en ningún lugar figuran sus nombres). Pero llegó el día en que me di cuenta de que tenía una verdadera historia que contar, un mensaje que transmitir, y fue en ese momento cuando elegí llamarme Julián Kronn (no Julián Díaz, como firmaba en los anteriores). Fue un gran cambio de perspectiva: descubrí la escritura como una profesión emocional.
3. ¿Crees que la poesía es sanadora?
Sin duda. No por nada mi primera obra oficial se titula ELLO: Escritura Libre, Lunática y Ortopédica. Esa obra fue mi ortopedia, me ayudó a sanar una herida que llevaba abierta desde los cinco años.
4. ¿Con qué propósito escribís?
Escribo para terminar con los prejuicios de la sociedad —difícil tarea, aunque no imposible—. Centro mi literatura en la Educación Sexual Integral, abordando diversos temas para que se extingan los tabúes.
5. ¿Qué deseas comunicar a través de tu escritura?
Deseo comunicar la aceptación de lo disímil. Que el mundo entienda que lo diferente no es una amenaza, sino un complemento esencial para una buena convivencia.
6. ¿Qué es la poesía para ti en tu vida y qué es lo más loco que hiciste por ella?
La poesía es muchas cosas en mi vida; entre ellas, mi profesión, mi cable a tierra, mi alegría, mi introspección, mi pasatiempo preferido.
Lo más loco que hice por ella fueron las presentaciones temáticas de cada uno de mis libros: di gran relevancia a la palabra poética y con ella armé performances donde incluso interactué con el público. Aproveché cada una de esas presentaciones para transmitir un mensaje particular, como, por ejemplo, en ELLO, donde hice de público conocimiento un abuso sexual infantil.
7. ¿Crees que eres un ser elegido por contar con este don o talento?
Sinceramente, no lo considero un talento, sí una facilidad —no obstante, me encanta desafiarme—. Soy amigo de las letras y laburo con ellas día tras día. Me considero un artesano de las palabras, les busco la vuelta hasta que el mensaje queda tal cual quiero transmitirlo. Más que un don es un placentero trabajo.
8. ¿Qué otras áreas artísticas complementan tu poesía y por qué las eliges?
La pintura, el dibujo, la música y el teatro. Tanto es así que busco incluirlas en mis libros: todas mis obras tienen algo de todo eso. Las elijo porque alimentan mi sensibilidad artística, me instruyen intelectual y emocionalmente.
9. ¿Eres un instrumento de la poesía y escribes en cualquier momento o cuando tienes tiempo para ella?
La poesía me encuentra, jamás la busco. Me sorprende cuando menos lo espero y, si pretendo forzarla, desiste en darse a conocer. Aparece espontáneamente y es ahí cuando aprovecho para trabajarla con todos los recursos que conozco.
10. ¿Cómo definirías a tu poesía?
Un poema de mi último libro —El reverso de los monstruos— lo define con claridad: “Mi decir es un quiebre. Y nadie que se quiebra vuelve a ser el mismo”. Mi poesía busca incomodar, sacarte de tu zona de confort, llevarte a cuestionar la realidad. En pocas palabras, es el dedo en la llaga.
Julián Iván Díaz, más bien conocido como Julián Kronn, nací en Gregorio de Laferrere y soy profesor de Lengua y Literatura para la Educación Secundaria. Además, trabajo como corrector, antologista y co-director en la editorial TAHIEL ediciones. A la fecha, llevo publicados cuatro libros de mi autoría: “ELLO: Escritura Libre Lunática y Ortopédica”, “Huellas en el pavimento”, “Arder desde el origen” y “El reverso de los monstruos”.
Participé en más de treinta antologías nacionales e internacionales.
Mi literatura pone el foco, en la aceptación y el respeto, por las disidencias sexuales y de género.
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