1. ¿Cómo se presentó la poesía en tu vida?
Sin previo aviso. Eso creí, aunque ya debía haber
recorrido mis laberintos y yo, sin sospechar. Tenía doce años. Vivía con mis
padres en un pequeñísimo pueblo de La Pampa: Embajador Martini. Una espléndida
noche de verano estaba sentada en el patio, sobre un tronco de eucalipto
pintado por mi padre. Contemplaba la luna, la sombra de los árboles. Y sentí
una necesidad imperiosa de escribir. Ese fue lo que podríamos llamar mi primer
poema, una descripción del paisaje nocturno en pleno verano pampeano. De
inmediato, fui a leérselo a mi madre, sin decirle que lo había escrito yo, pero
como todas las madres son adivinas (¿brujas?) lo supo al toque. Desde entonces,
fue mi fan y mi apoyo incondicional.
A esa altura, yo no sabía qué había escrito y qué
importancia tendría ese texto en mi vida.
2. ¿Cuándo decidiste dedicarte a escribir?
No lo decidí. Fue sucediendo, algo como respirar,
inevitable. Me costó mucho asociar la palabra poeta conmigo. Hasta pudor me
causaba. Porque con esto de ser poeta hay posturas ambiguas. Algunos piensan
que ser poeta es algo trascendente, pero no leen poesía ni aunque les paguen.
es un subibaja entre el Olimpo y la bohemia.
3. ¿Crees que la poesía es sanadora?
Absolutamente. La palabra sana, lo que se pone afuera, en
el papel, deja de dañar, se extingue. Hay teorías que relacionan el
psicoanálisis y la poesía, porque en los versos aflora el inconsciente, como en
terapia. Tengo muy presente haber superado trances duros gracias a la poesía.
Mi último libro, “Palabra Herida”, es el resultado de un dolor lacerante que
fue emergiendo durante dos meses de escritura continua.
4. ¿Con qué propósito escribís?
Primero porque me encanta, segundo porque debo desagotar
algo que me desborda y también para comunicarme, para decirle algo al otro,
para compartir.
5. ¿Qué deseas comunicar a través de tu escritura?
Mi cosmovisión, pasiones, dolores, amores, desamores,
impotencias, injusticias.
6. ¿Qué es la poesía para ti en tu vida y qué es lo más
loco que hiciste por ella?
La poesía, para mí, es una función vital, una manera de
plantarme en la sociedad, una forma de actuar y sentir, una mirada cargada de
sensibilidad. Y fundamentalmente es un valor.
Creo que lo más loco que hice por ella fue animarme a
compartir mesas de ponentes con tremendos e inalcanzables CV, mientras yo solo
portaba una humilde valijita de pasión. Pero salí airosa. ¿Quién me quita lo
bailado?
7. ¿Crees que eres un ser elegido por contar con este don o
talento?
Nooooooooo. Yo ejercí la docencia durante más de 30 años
y la Teoría de las Inteligencias Múltiples, ideada por el psicólogo
estadounidense Howard Gardner, como contrapeso al paradigma de una inteligencia
única, fue mi talismán para levantar la autoestima de mis alumnxs,
trasmitiéndoles la certeza de que todxs nos destacamos en algo, todxs tenemos
un talento especial. Por lo tanto, escribir poesía es el que me tocó. Y lo
bendigo.
8. ¿Qué otras áreas artísticas complementan tu poesía y
por qué las eliges?
En general, amo y disfruto el arte en todas sus formas.
La música y la pintura son grandes fuentes de inspiración. Estudié teatro y eso
me ayuda a la hora de leer poesía en voz alta. No olvidemos que la poesía tiene
componentes gráficos y fónicos y es necesario equilibrarlos.
9. ¿Eres un instrumento de la poesía y escribes en
cualquier momento o cuando tienes tiempo para ella?
Escribo en cualquier momento, me levanto en la madrugada
para escribir una línea que no me deja dormir, o dejo la ropa a medio colgar y
las papas sin pelar para escribir. A veces, me siento como una oficinista
formal frente a la computadora para trabajar y otras veces me dejo tomar por
asalto. Eso es lo que me gusta más. Pero, en general, cumplo con el proceso
creativo descripto por Marcelo Di Marco: etapa volcánica y etapa quirúrgica.
10. ¿Cómo definirías a tu poesía?
Hmmmm, propia de una geminiana. A veces intimista y
autoreferencial; por momentos muy preocupada por lo social, especialmente, en
contra de la violencia de género y a favor de la sororidad. Y muy preocupada
por mejorar, no le temo al cambio ni me aferro a las formas estáticas. Sostengo
que soy una eterna aprendiz.
Biografía:
Escribo poesía desde los 12 años. He publicado los siguientes
libros: Estar con vos, Palabra de mujer, A Quemarropa, Nunca sabré por qué,
Palabra Herida (poesía); Cuentos con descuento (narrativa); Educar para la paz:
He aquí la cuestión (ensayo); La Sembradora (ficción autobiográfica); En este
mundo traidor (artículos de opinión).
Ha participado de Simposios de literatura como
ponente en Buenos Aires, Puerto Montt, Chile; Montevideo, Uruguay; Caracas, Venezuela;
Zamora, Michoacán, México; Rancagua, Chile; Bogotá, Colombia;
Panamá.
Respuestas simples que contienen profundidad para exaltar el motivo que hace, se encuentre en este sendero del arte. Felicitaciones a las dos.
ResponderEliminarAdela ¡qué placer tu precencia por aquí!, gracias por comentar.
ResponderEliminarGracias a las dos, por su amorosidad.
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